RECUERDOS DE GUARDAMAR: La tía Celestina lavaba la ropa en el río como muchas mujeres

RECUERDOS DE GUARDAMAR: La tía Celestina lavaba la ropa en el río como muchas mujeres

Andrés Ramón Poveda en su libro “Recuerdos de Guardamar”, que mientras la tía Celestina lavaba la ropa en el río, nos cuenta que “para distraerme y pasar aquel rato de espera lo mejor posible, saqué lombrices del barro, hice pitos del ojo de la caña, tiré piedras al agua, unas veces para saber hasta donde alcanzaba, y otras, utilizando piedras planas, para contar los saltos que daba sobre la superficie –con algunas de ellas logré llegar a la orilla opuesta–, en las piedras que nosotros llamábamos “ratxaores”.

Una vez lavada la ropa en el río las mujeres, como hacía la tía Celestina nos cuenta también que “… con el cubo de la ropa lavada apoyado en su cadera y un cántaro lleno de agua en lo alto de la cabeza, tía Celestina, de regreso del río, subía por la cuesta del castillo sin el menor indicio de cansancio. Se detuvo unos instantes y, lenta, muy lentamente, dio la vuelta y se situó mirando hacia la vega.”

Estos trabajos que hacían nuestras abuelas y nuestras madres eran muy sacrificados. Unas mujeres que no sólo se ocupaban de sus hogares, de sus hijos e incluso de sus mayores, sino que incluso ayudaban a sus maridos en las tareas agrícolas o en las de la pesca. Toda una prueba de su espíritu de lucha diaria que merece nuestro reconocimiento, como mínimo.

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(*) Foto cedida por el M.A.G. (Museo Arqueológico de Guardamar).